agosto 24, 2020

Relatos de una ex flaca. Parte 4

 Relato 4.

Aceptación. ¿Qué es la aceptación? Siempre escuchamos esta frase "tenés que aceptarte tal cuál sos". Pareciera que el sinónimo de la aceptación tiene que ver con mantenernos en el estado en el que estamos y yo creo que más bien es todo lo contrario. Creo que la aceptación produce el cambio. Es importante aceptar que somos o estamos de determinada manera: gordos, flacos, altos, bajos, tristes, celosos, con estrías, con pecas, etc. Pero eso que aceptamos de nosotros nos ayude a querernos y no a odiarnos.

El amor transforma, si logramos aceptarnos logramos amarnos, y si logramos amarnos logramos trasformarnos. Porque cuando uno quiere a alguien o algo, intenta tratarlo bien y cuidarlo lo mejor posible. Así es con nosotros también. Hay que cuidarnos y tratarnos bien y eso lo podemos lograr si empezamos a aceptar esas partes de nosotros mismos que no nos gustan tanto, para así mimarlas, cuidarlas, y darle mucho amor, tomando la responsabilidad de la que hablábamos antes.

Una vez escuché esta frase: que Dios nos acepta tal cual somos, pero nos ama demasiado para dejarnos de la misma manera. Y creo que eso aplica para nuestro cuerpo también. Siempre apuntemos a ser la mejor versión de nosotros, con amor. Por y para nosotros, no para mostrarle al mundo que cumplimos con los esteriotipos. No para ser aceptados por un otro. La aceptación siempre tiene que ser hacía uno mismo, por dentro y por fuera. Es un proceso, abrazalo, tenete paciencia, amate.

agosto 14, 2020

Relatos de una ex flaca. Parte 3

 Relato 3.

Responsabilidad. Solemos ser tan responsables con muchas cosas, pero a la hora de serlo con nuestro cuerpo parece que no aplica. Yo decidí serlo y encontré una manera que a mí me funciona.

Un día vistando al médico del trabajo me comentó sobre el ayuno intermitente. Lo google, investigué, y encontré el canal de una chica que lo explica a la perfección. Es excelente porque puedo seguir comiendo lo que me gusta sin sentirme mal o aumentar de peso. Comencé a probarlo y desde entonces cambié por completo mis hábitos alimenticios. Me siento mucho mejor, con más energía, más deshinchada.

Pero más allá de todo hay un punto importante que quiero dejar claro, algo que me dí cuenta. No quiero bajar de peso sólo para verme y sentirme mejor, no decidí cambiar mi estilo de vida al comer sólo por eso. La mayoría de las chicas eligen hacer dieta por las razones equivocadas, "si sos flaca sos linda, si sos gorda sos fea". MENTIRA. Cada uno es como es, con su anatomía, con sus rollitos. Pero nuestro cuerpo forma parte de nosotros, es el que nos sostiene todos los días, el que soporta, el que te ayuda a levantarte por las mañanas, el que camina hacia el trabajo. Nuestro cuerpo es como nuestro medio de trasporte, si no lo cuidamos, si no lo respetamos y le damos de comer los alimentos indicados, no va a funcionar bien. Se va a sentir cansado, con sueño, pesado, ansioso. Es por eso que yo decidí cambiar, porque tengo que ser responsable al cuidar mi cuerpo. Lo estético puede venir o no de yapa, y no está mal. Pero creo que es necesario empezar a decidir cuidarlo  por las razones correctas.
Cuidemos nuestros cuerpos, démosle de comer bien, sano, rico, con antojos de vez en cuando también ¿por qué no? Pero seamos conscientes. No necesitamos todo lo que nos venden para estar bien. Escuchemos lo que nuestro cuerpo necesita. Repito, cuidemoslo.

agosto 07, 2020

Relatos de una ex flaca. Parte 2.

Relato 2

En el post anterior hablo un poco de como era antes, como soy ahora y menciono la sociedad y los esteriotipos. También les dije que no escribo solo por mí sino por y para ustedes, y que me abriría por completo. Bueno, una de las cosas que más me costó fue admitir que estaba gorda y que por ende mi cuerpo ya no era lo que solía ser. Esos pantalones de tiro alto que tanto me gustaban ya no me cerraban, se sentían más ajustados. Una desilusión total. Yo me sentía muy segura con toda esa ropa cuando salía y ahora no la podía usar más. Lo bueno es que para el momento en el que me terminé de dar cuenta y logré aceptar, al menos un poco, lo que pasaba con mi cuerpo ya era verano y podía usar vestidos. Pero mi panza no la podía mostrar más, me quería morir. Nunca había tenido panza y ahora tenía una que encima era muy deforme y con rollos en partes que no sabía que podía tener.
No les voy a mentir diciendo que me amo así tal cual soy y que no me molesta estar así como estoy ahora, que me siento segura igual y todo eso porque les estaría mintiendo. Quiero volver a como estaba antes.

Hoy quiero hablarles un poco sobre la responsabilidad. Algo que mencioné también en el post anterior y que creo que es clave, no solo para lograr querernos y aceptarnos sino también para que a raiz de eso podamos tomar buenas decisiones sobre nuestro cuerpo, que lo ayuden a estar sano y sentirse bien.

Así que en estos próximos escritos van a conocer cosas que yo fui descubriendo respecto a mi cuerpo y mi salud.

Al principio comencé a hacer todo tipo de dietas, pero ninguna me funcionaba. Lo peor es que me frustraba porque yo quería ver los cambios inmediatamente. Obviamente eso no sucedía. Fue entonces cuando comencé a analizar cómo fue que había subido tanto de peso sin darme cuenta y ahí recordé que el año pasado mi peso estaba bien, normal, es decir que aumentar de peso me llevo prácticamente todo un año. Por lo tanto entendí que si subir de peso me había llevado tiempo, también me llevaría tiempo bajarlo.

Creo que ese punto fue importante entenderlo,  porque así podría mantener una dieta constante,  que me ayudara a bajar de peso y sentirme mejor. El problema era encontrar alguna dieta que no me haga pasar hambre, que me nutriera y que a la vez no me dejara con antojos que después se convertirán en un atraco de comida.

Comencé a tomar esta responsabilidad para cuidar mejor mi cuerpo. Porque creo que en definitiva esa es la raíz de todo. Tratarnos bien. Pero eso lo leeran en el próximo relato.